Confianza del consumidor en EEUU cae a su nivel más bajo desde julio, pero aumentan las ventas de viviendas

La confianza de los consumidores estadounidenses cayó este mes a su nivel más bajo desde julio, debido a unas opiniones más pesimistas sobre las perspectivas económicas, aunque mejoraron las condiciones actuales.

El índice del Conference Board descendió en abril a 101,3 puntos, frente a los 104 de marzo, según los datos publicados el martes. La mediana de las previsiones de una encuesta de Bloomberg entre economistas apuntaba a una lectura de 104.

El índice de expectativas, que refleja las perspectivas de los consumidores a seis meses vista, cayó a 68,1, también el nivel más bajo desde julio. Sin embargo, el indicador de las condiciones actuales del grupo avanzó hasta 151,1.

"Los consumidores se mostraron más pesimistas sobre las perspectivas tanto de las condiciones empresariales como de los mercados laborales", declaró Ataman Ozyildirim, director senior de economía del Conference Board.

"Aunque la valoración relativamente favorable de los consumidores sobre el actual entorno empresarial mejoró algo en abril, sus expectativas cayeron y se mantienen por debajo del nivel que suele indicar la inminencia de una recesión a corto plazo".

Las cifras sugieren que los consumidores están agriando la economía en medio de expectativas de que el mercado laboral empiece pronto a suavizarse. Los despidos se multiplican y las empresas publican menos ofertas de empleo, tendencias que se acelerarán en caso de recesión.

Aunque en abril más consumidores afirmaron que los puestos de trabajo eran "abundantes" y menos declararon que era difícil conseguirlos, sus expectativas para dentro de seis meses se deterioraron. Sólo el 12,5% espera que haya más puestos de trabajo disponibles en los próximos meses, la cifra más baja en casi siete años.

La diferencia entre las medidas actuales de "abundancia" y "dificultad para encontrar" -una medida muy observada por los economistas para calibrar la rigidez del mercado laboral- aumentó tras una considerable caída en marzo.

Además, la inflación sigue siendo generalizada y se sitúa muy por encima del objetivo de la Reserva Federal. Y las tensiones financieras derivadas de varias quiebras bancarias están dificultando la obtención de préstamos por parte de los consumidores, lo que podría deprimir aún más el gasto y la confianza.

"A los encuestados les gusta lo que están viendo actualmente y creen que sus propias finanzas irán bien, pero tienen una preocupación generalizada de que la economía en general pueda debilitarse", dijo Stephen Stanley, economista jefe de Santander US Capital Markets LLC, en una nota. "Eso parece mejor que si estuvieran viendo desarrollos negativos reales o estuvieran preocupados por sus propias finanzas".

Aumentan las ventas de viviendas

Las ventas de viviendas nuevas en EEUU aumentaron inesperadamente en marzo hasta alcanzar el nivel más alto en un año, lo que sugiere que la bajada de las tasas hipotecarios está ayudando al mercado inmobiliario a encontrar cierto equilibrio.

Las compras de viviendas unifamiliares nuevas aumentaron un 9,6% hasta un ritmo anualizado de 683.000 el mes pasado, frente a una tasa revisada a la baja de 623.000 en febrero, según mostraron el martes los datos del gobierno. La tasa de ventas superó todas las estimaciones, salvo una, de una encuesta de Bloomberg, cuya proyección mediana era de 632.000.

Dado que muchos propietarios dudan a la hora de poner a la venta sus viviendas en el actual entorno de tipos, los posibles compradores se han volcado cada vez más en el mercado de viviendas nuevas. La reafirmación de la construcción residencial ayudará a apuntalar el inventario, aunque la oferta actual sigue siendo limitada. Los constructores están utilizando incentivos y reducciones de precios para mejorar la asequibilidad.

Las tasas hipotecarios también retrocedieron en marzo, lo que impulsó el aumento de las solicitudes de hipotecas para la compra de viviendas.

Las ventas aumentaron en el oeste, el medio oeste y el noreste.

A finales del mes pasado había 432.000 viviendas nuevas en venta, una cifra ligeramente inferior a la de febrero y la menor en casi un año. Esto representa 7,6 meses de oferta al ritmo actual de ventas. El número de viviendas vendidas en marzo y a la espera del inicio de la construcción -una medida de la cartera de pedidos- subió a 168.000 el mes pasado, la cifra más alta en más de un año.